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La comida regional de San Joaquín

  • jmnavarro1986
  • 28 jul 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 25 feb 2021


Al turista que visita un pueblo mágico le gusta probar la comida tradicional del lugar -o al menos preguntar por ella. La gastronomía es una experiencia cultural que puede tener diversas ofertas dentro de la misma tradición. Está la del tipo que se prepara para el turista: una adaptación de los sabores propios, pero pensando en el paladar fuereño.

Yo les voy a platicar sobre esa comida que lleva años en la mesa de los sanjoaquinenses y que en algunos casos no llega a ofrecérsele al turista por temor a que sea una experiencia no tan bien recibida. Es una carta sin carnes, pero con mucho hierro.


Las vainas que se ven colgando de las ramas contienen los efeses
Árbol de efé


Los quelites son hojas que nacen sin sembrarse entre las milpas o simplemente entre el monte. No son únicas de esta zona. A lo largo de varias regiones de México vienen siendo una dieta tradicional. Para la gente del lugar, ha sido un alimento que los ha acompañado desde muchas décadas atrás. Se hierven o fríen agregando a veces cebolla sola o con jitomate. Incluso se comen asados. No solo es una comida leal por acompañar a la gente en las situaciones económicas más difíciles, sino que también es un platillo atesorado y extrañado por aquellos que migran a tierras más allá del río Bravo.

Por otra parte, los efeses son leguminosas de color verde que acompañan a la salsa o a los frijoles. No necesitan cocerse como los chícharos. Crecen en vainas descolgadas de las ramas de árboles de unos cinco metros de altura en promedio. Tienen la peculiaridad de dejar un olor no tan agradable en el aliento de los comensales. No importando eso, son un ingrediente típico de la mesa en el contexto rural.



Hay otros alimentos no tan conocidos por los turistas: los golumbos, las manitas y las jaboneras. Los tres son alimentos vegetales que no necesitan de la mano del hombre para crecer.

Los primeros son flores de los magueyes que aparecen en los meses finales del año. Se fríen y se comen solos o con huevo revuelto.

Igualmente que los golumbos, las manitas aparecen en noviembre y diciembre y son una rama que toma su nombre de su forma y crece en el bojái. Las manitas se ponen a sancochar y después se fríen en manteca y se les agrega chile. Otra opción es molerlos en molcajete para la salsa.

Las jaboneras pueden considerarse también como quelites. son muy parecidos entre sí, aunque más grandes las jaboneras. Crecen sin necesidad de sembrarse ni de cuidados. Surgen de entre el monte, aunque no en todas partes ni en todos los meses. Hay que esperar a la temporada de primavera para encontrarlos.


Esta comida regional es la dieta de los abuelos de la sierra. Por supuesto que también entran los alimentos básicos del mexicano, como los frijoles y las tortillas. Pero los que acabo de mencionar conforman un menú menos promocionado y, de a poco, olvidado.





 
 
 

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